viernes, 27 de octubre de 2017

Nuevos nombres en viejas lápidas, parte I

“El género está muerto” se escucha de cuando en cuando. Pero la industria tiene vida propia y se niega a apagar las máquinas, dándole la oportunidad a los nuevos talentos de demostrar cuanto valen.

En el año 2001 el guionista y director J.J. Abrams crearía una de las más grandes series de televisión de género fantástico de todos los tiempos, Perdidos. En 2008 nos presentaría Fringe, que conseguiría un menor impacto social, pero que en nivel de calidad estaría muy a la par. Habiéndole cogido el gustillo a la fantasía se introduciría en una dimensión más terrorífica, produciendo Monstruoso en ese mismo año (del director Matt Reeves y del guionista Drew Goddard). La importancia de esta cinta es que generaría una secuela (o más bien spin-off) Calle Cloverfield 10 (2016) que ha abierto las puertas a toda una franquicia (se habla ya de al menos dos películas más). En 2011 dirigiría él mismo Super 8, una cinta con monstruo alienígena que recuperaba el espíritu del universo Spielberg, tan de moda actualmente (algo habrá tenido que ver). Aunque se encuentra actualmente embarcado en la dirección de Star Wars Episodio IX, no descarto que nos ofrezca (seguramente como productor) muchos más títulos de cine de suspense y/o criaturas extraordinarias.



En el año 2004 un director llamado James Wan uniría fuerzas con el guionista Leigh Whannel para crear una de las sagas más prolíficas de estos años: Saw. Dándole una vuelta de tuerca al concepto de asesino, nos cuenta la historia de Jigsaw, un astuto tipo que atrapa a personas que según él han perdido el sentido de vivir y las expone a un rompecabezas mecánico en el que si ganan, simplemente continuan respirando. El mayor logro de esta serie de películas es haber sabido mantener la coherencia argumental y la homogeneidad visual durante ni más ni menos que siete entregas. Precisamente hoy se estrena la octava parte (esperemos que esté a la altura).

Tras Saw volvieron a repetir en los mismos puestos para Silencio desde el mal de 2007, otra muy buena cinta del género. Continuando más alla de ésta, a pesar de que el nombre de Leigh Whannel no se menciona tanto como el de James Wan, y aliados con Jason Blum (dueño de la productora BlumHouse) y Oren Peli, han creado todo un universo de terror sobrenatural con la franquicia Insidiuos (2010).
No pareciéndole suficiente al sr. Wan, el sigue por su parte con las historias de fantasmas en la saga del matrimonio de investigadores de lo paranormal, Expediente Warren, de la que ya hay tres entregas y dos spin-off's.

A parte de estos proyectos, James Wan como productor le da la oportunidad a directores nóveles, como el caso de David F. Sandberg para desarrollar sus propias historias (Nunca apagues la luz, 2016) y de hacerlo bien incorporarlos a sus sagas (Annabelle: Creation, 2017).




En el año 2007 surgio el fenómeno de Paranormal Activity, creada y drigida por el israelí-estadounidense Oren Peli. Esta cinta de found footage centrada en los sucesos paranormales que le ocurren en su casa a una joven pareja, con un presupuesto de 11.000 dolares recaudó unos 190.000. Esto desembocó en la alianza con el antes citado Jason Blum, y en un no parar de producir secuelas (hasta cinco y una versión japonesa). Y por supuesto animó el crecimiento de títulos de este subgénero.

Destacar que además de producir la saga Insidious, tienen en su catalogo obras destacables como Sinister de 2012, o la prolífica saga The Purge: la noche de las bestias (2013) de la que se han rodado 2 secuelas, y están en desarrollo otra más y una serie para televisión. Con un concepto tan interesante como una sociedad donde matar está legalmente permitido una noche al año todo es posible.

En resumen Blumhouse es todo un sello de género a tener en cuenta.



Si queréis más cine de terror nos leemos la próxima semana. 



Especial Halloween 2017 por Fito Tuilman:

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